En esta nueva entrega de la bestia conversamos con Pamela Rahn sobre su trayectoria y su poesía. tocamos temas interesantes sobre la poesía latinoamericana, además de reírnos bastante y disfrutar de la charla. A continuación dejamos unos poemas de Pamela que de seguro disfrutarán.
Apartamento 11-D
No lo sabia
pero fui feliz en el apartamento 11-D
Armaba un circo en mi cuarto
mi perro estaba vivo
él era la única atracción
ardían los verdes cojines
con el impulso de la imagen
de aquí para allá
de aquí para allá
la entrada un garabato ciego
Bajaba al parque
tocábamos cacerolazos
pensando con ternura que así íbamos a espantarlo
Mi papá me llevaba al colegio
peinaba mi cabello húmedo en el asiento de atrás
Siempre llegábamos tarde
Estacionábamos el Mitsubishi verde
la patineta eléctrica nos subía como reyes
Todos en la cola aplaudían
La vida era simple
bajaba con mamá hasta la farmacia
caminábamos por la acera
Mamá decía que los pájaros me iban a quitar los pelos
rápido rápido rápido
Nos reíamos, corriendo bajo los árboles
En el centro comercial de la cuadra
tuve clases de flamenco
aprendí la sevillana
Mamá era mi mejor amiga
se quedaba viéndome bailar
las otras mamás se la intentaban robar
no pudieron nunca
Oía casetes y cd’s en la sala del apartamento
no entendía las letras de las canciones
pero soñaba con ser esa silueta
en la isla de todos los hombres
Me escapaba de clases
para ir al techo del colegio
siempre me gusto la soledad
Me faltaban los dientes
la ducha era mi sitio favorito
Tenia unos conejos llamados Trompeta y Tambor
El bóxer Beethoven se los comió
En mi cuarto las muñecas
en el armario de plástico
ordenadas por fila con sus trajes perfectos
creaban mis mundos
Las muñecas tenían un columpio
un día me senté sobre el y lo rompí
fue la primera vez que confundí realidad y ficción
En el transporte de la señora Teresa
era la ultima en llegar a casa
me quedaba dormida en su brazo gordo y suave
Mi mamá me esperaba en la entrada del edificio
Hacia trucos en el estacionamiento con mi monopatín
las palomas volaban asustadas
El edredón azul de mis papás se ponía frio
cuando hacia calor
como un manto sagrado
Nunca dormí en mi cuarto pero hasta tarde esperaba
que se alumbraran en la oscuridad las estrellas en mi techo
Las medias que lanzábamos
desde la ventana cuando olvidábamos
las llaves de la puerta
rebotaban en el cemento
Disfrutaba verlas caer
eran aves en reposo
Construimos una vida, papá, mamá y yo que luego ya nunca fue
el pasillo angosto, los dos baños, los dos cuartos, la cocina chiquita
Fui feliz en el apartamento 11-D.
Poema inédito, pero que próximamente va estar incluido en la plaquette El radio de pilas (2020)
Destrucción de la casa
“He erigido mi casa en soledad”
Alceo de Lesbos
Abrir todos los grifos de agua
dejarla correr por las escaleras
los pasillos
las esquinas de cada cuarto
Dejar incluso al agua subir por las paredes
Dejar que los pájaros se enreden y se remojen las alas
dejar que el agua llegue a casa de la vecina
que la sala se convierta en una piscina comunal
y el cuarto sea un pozo de libros
que dos amantes naden desnudos
de mariposa, clavado o ranita
con el horror de lo que esta por acabarse
Dejar que el agua corra libre
a toneladas
en todos los sitios
solemne
y deforme
recordando
la memoria
que dejan
las grietas.
El radio de pilas
Acompaño a papá al auto mercado, dejamos la casa a oscuras, otra vez sin luz
En la ala de vegetales
hay aguacates de temporada, dice que se va a ganar seis, yo se que son cinco,
Mamá me dice en la cocina que son tres
Le digo; no seas tan optimista con una palmada en la espalda
Pero no sabe que su ingenuidad es lo que me hace seguir escribiendo estas palabras, que estas palabras son la herencia de su ingenuidad, en creer que las cosas pasaran
En que el libro se publicara, que el pan durara 3 semanas
inclusive comiéndolo todos los días
en que a pesar de que se va la luz hay un radio de pilas y comida y una linterna
una vela, una mamá para oír las letras de las canciones
y compartir la enfermedad de la nostalgia,
que existe un amigo lejos que se acordara de ti
que un recuerdo nos distraerá del tedio
Una cena en familia bajo la lluvia, como esa escena de Los Sopranos, UNA RISA
Algo sencillo que nos salvara para acompañarnos siempre en nuestra aridez
y el radio de pilas y nuestras manos para elogiar a las sombras y el radio de pilas
Gracias Dios por el radio de pilas
y el seguir creyendo
para nacer otra vez
liberados de la noche.
Pamela Rahn Sánchez. (Caracas, Venezuela, 1994). Realizadora Cinematográfica, mención guion en la Escuela Nacional de Cine. Es ganadora del premio Gloria Fuertes de Poesía Joven (2018) con su libro Breves poemas para entender la ausencia publicado en la Editorial Torremozas en España en el año 2019. Autora del poemario El peligro de encender la luz (Todos tus crímenes quedaran impunes en conjunto con Hanan Harawi, 2016) del plaquette Flores muertas en jarrones sin agua (Difusión Alterna Ediciones, 2017) y de La luz entre las cosas (Sion Editorial, 2020). Combina la poesía con el collage y sus creaciones pueden encontrarse principalmente en en Instagram y Facebook como Papeles Renacidos .