006 – PAMELA RAHN SÁNCHEZ – MUESTRA POÉTICA

En esta nueva entrega de la bestia conversamos con Pamela Rahn sobre su trayectoria y su poesía. tocamos temas interesantes sobre la poesía latinoamericana, además de reírnos bastante y disfrutar de la charla. A continuación dejamos unos poemas de Pamela que de seguro disfrutarán.

Apartamento 11-D

No lo sabia 

pero fui feliz en el apartamento 11-D

Armaba un circo en mi cuarto  

mi perro estaba vivo  

él era la única atracción

ardían los verdes cojines

con el impulso de la imagen

de aquí para allá  

de aquí para allá

la entrada un garabato ciego

Bajaba al parque  

tocábamos cacerolazos    

pensando con ternura que así íbamos a espantarlo

Mi papá me llevaba al colegio

peinaba mi cabello húmedo en el asiento de atrás

Siempre llegábamos tarde  

Estacionábamos el Mitsubishi verde

la patineta eléctrica nos subía como reyes

Todos en la cola aplaudían

La vida era simple

bajaba con mamá hasta la farmacia

caminábamos por la acera

Mamá decía que los pájaros me iban a quitar los pelos

rápido rápido rápido

Nos reíamos, corriendo bajo los árboles

En el centro comercial de la cuadra

tuve clases de flamenco

aprendí la sevillana  

Mamá era mi mejor amiga 

se quedaba viéndome bailar

las otras mamás se la intentaban robar  

no pudieron nunca

Oía casetes y cd’s en la sala del apartamento

no entendía las letras de las canciones

pero soñaba con ser esa silueta

en la isla de todos los hombres

Me escapaba de clases  

para ir al techo del colegio

siempre me gusto la soledad  

Me faltaban los dientes

la ducha era mi sitio favorito

Tenia unos conejos llamados Trompeta y Tambor   

El bóxer Beethoven se los comió

En mi cuarto las muñecas 

en el armario de plástico

ordenadas por fila con sus trajes perfectos

creaban mis mundos

Las muñecas tenían un columpio

un día me senté sobre el y lo rompí

fue la primera vez que confundí realidad y ficción 

En el transporte de la señora Teresa

era la ultima en llegar a casa

me quedaba dormida en su brazo gordo y suave  

Mi mamá me esperaba en la entrada del edificio

Hacia trucos en el estacionamiento con mi monopatín

las palomas volaban asustadas

El edredón azul de mis papás se ponía frio

cuando hacia calor   

como un manto sagrado

Nunca dormí en mi cuarto pero hasta tarde esperaba

que se alumbraran en la oscuridad las estrellas en mi techo  

Las medias que lanzábamos  

desde la ventana cuando olvidábamos

las llaves de la puerta

rebotaban en el cemento

Disfrutaba verlas caer

eran aves en reposo

Construimos una vida, papá, mamá y yo que luego ya nunca fue

el pasillo angosto, los dos baños, los dos cuartos, la cocina chiquita

Fui feliz en el apartamento 11-D.

Poema inédito, pero que próximamente va estar incluido en la plaquette El radio de pilas (2020)

Destrucción de la casa  

“He erigido mi casa en soledad”

Alceo de Lesbos

Abrir todos los grifos de agua

dejarla correr por las escaleras

los pasillos

las esquinas de cada cuarto

Dejar incluso al agua subir por las paredes

Dejar que los pájaros se enreden y se remojen las alas

dejar que el agua llegue a casa de la vecina

que la sala se convierta en una piscina comunal

y el cuarto sea un pozo de libros   

que dos amantes naden desnudos  

de mariposa, clavado o ranita

con el horror de lo que esta por acabarse

Dejar que el agua corra libre

a toneladas 

en todos los sitios

solemne 

y deforme

recordando

la memoria 

que dejan   

las grietas.

El radio de pilas

Acompaño a papá al auto mercado, dejamos la casa a oscuras, otra vez sin luz 

En la ala de vegetales

hay aguacates de temporada, dice que se va a ganar seis, yo se que son cinco, 

 Mamá me dice en la cocina que son tres

Le digo; no seas tan optimista con una palmada en la espalda

Pero no sabe que su ingenuidad es lo que me hace seguir escribiendo estas palabras, que estas palabras son la herencia de su ingenuidad, en creer que las cosas pasaran 

En que el libro se publicara, que el pan durara 3 semanas

inclusive                           comiéndolo todos los días

en que a pesar de que se va la luz hay un radio de pilas y comida y una linterna

una vela, una mamá para oír las letras de las canciones 

y compartir la enfermedad de la nostalgia,

que existe un amigo lejos que se acordara de ti

que un recuerdo nos distraerá del tedio

Una cena en familia bajo la lluvia, como esa escena de Los Sopranos, UNA RISA

Algo sencillo que nos salvara para acompañarnos siempre en nuestra aridez 

y el radio de pilas y nuestras manos para elogiar a las sombras y el radio de pilas

Gracias Dios por el radio de pilas                      

                                                                                          y  el seguir creyendo 

                                                                                    para nacer otra vez 

                                                                                                           liberados de la noche. 


Pamela Rahn Sánchez. (Caracas, Venezuela, 1994). Realizadora Cinematográfica, mención guion en la Escuela Nacional de Cine. Es ganadora del premio Gloria Fuertes de Poesía Joven (2018) con su libro Breves poemas para entender la ausencia publicado en la Editorial Torremozas en España en el año 2019. Autora del poemario El peligro de encender la luz (Todos tus crímenes quedaran impunes en conjunto con Hanan Harawi, 2016) del plaquette Flores muertas en jarrones sin agua (Difusión Alterna Ediciones, 2017) y de La luz entre las cosas (Sion Editorial, 2020). Combina la poesía con el collage y sus creaciones pueden encontrarse principalmente en en Instagram y Facebook como Papeles Renacidos .

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