005 – CAMILO NORAMBUENA – MUESTRA POÉTICA

Hemos tenido una hermosa reunión con Camilo Norambuena acá en el Podcast de La bestia Impura, muchas risas y alegría, pero también reflexiones sobre el oficio poético y ése oficio en un país como Chile.
A continuación una muestra de su poesía (seleccion de la plaquette «Avenida las torres»).

No secrea ni se destruye

La fuerza de los ríos convertida en luz roba al cielo millones de estrellas desde la primera fogata hasta centrales termoeléctricas la energía no se crea ni se destruye solo se cubre de huellas. Es posible verlas si pelas el cable cada cincuenta metros los postes marcan compases de una partitura volantines sin dueño zapatillas viejas relucientes después del temporal son figuras musicales interpretadas por chincoles en transformadores de distribución arman su nido como nuertras casas atravesadas por trenzas de cobre emiten su aura sobre los techos y parece que amanece a mitad de la noche. Los medidores aguantan mucho mas de 220 voltios pedazos de vida en kilovatios-hora los dedos que un niño mete al enchufe un cóndor que muere en los campos eólicos espejismos que forman paneles solares y queman las patas de las aves que atraviesan el desierto. Nadie quiere que las torres invadan el paisaje aún no se descubre una energía libre de culpas como redes de pesca atrapan tu voz y la mía por serros por valles las torres en hilera en el generador central se escucha el sonido de ciudades triturado en las turbinas.

En Avenida Las Torres nunca hubo silencio

A cien por hora ruge el tronador

y nadie mide en decibeles la intensidad sonora

sino cuellos torcidos cuando un ruido descuadra.

Hay petardos que cantan

lo que rota no puede la voz

al volver la banda del estadio

en siete cuadras se oye su fiesta.

Ni se inmuta quien vive con audífonos

ni escuchan los canutos predicando

los besos de dos niñas acostadas en la plaza.

Las ramas en los cables tocando el violín

solo son perceptibles al quedarse mudos

entre talla y talla sentirse brillar

en pedazos de vidrio a la luz de un farol

alguien dice pasó un angelito

pero pareciera que pasan en bandada

a 12000 voltios pidiendo silencio.

Cae la noche

Las carreras por los fierros se vuelven piques a la esquina

inmensas las torres no nos abandonan

en murallas y camisas marcadas nuestras manos

el tinte óxido como sello de la tribu.

Nunca nos despedimos

a lo sumo la última talla.

Una zancadilla y salir de vuelo

sin llorar sin picarse

esperar a mañana y devolver el golpe.

A nuestro ritmo se prenden los faroles

por pasajes despertando a los perros

aun tibio el sudor al llegar a casa

siempre sin llave la puerta

esperar a mamá con el agua hervida.

Anoche soñé que volaba

Como un volantín cortado

abajo los cabros abanicaban colihues.

Me alejaba de las torres

su campo magnético ya no era una trampa.

Nunca he llegado tan lejos

a cielo abierto vi el sol reflejado

como otra estrella en ventanas de rascacielos

quedé encandilado.

El viento cantaba un vals de balizas

frenazos de bocinas de micros

pasé entremedio una bandada de palomas.

Como un sueño dentro de otro

caía lentamente con mis alas rajadas

atrapado en un barrio como el mío.

Bajar es más fácil que subir

El ganador se colgó del fierro en señal de victoria

y creimos que el descenso era un trámite.

Nos distrajimos mirando al poniente

la pobla era azul

amarilla después magenta

capas de polución formaban la aurora boreal en el sur del

mundo.

Por un momento las torres dejaban de quemarnos los

oídos.

Debajo del letrero de alto voltaje

nadie vió su cuerpo hacer puente

solo la explosión

un relámpago

el azote.

Tieso de corriente el polvo lo cubría

no respondía a su nombre

varias veces lo repetimos.

Un pedazo de nuestra voz quedó golpeando las vigas

el resto cruzó la calle pidiendo auxilio.


Camilo Norambuena Madariaga (Santiago, 1993)

Camilo Norambuena Madariaga (Santiago, 1993). Es parte del colectivo Taller Lorkokran, con quienes publicó la plaquette Avenida Las Torres, y fue incluido en la Antología de Poesía del mismo taller, ambas impresas el año 2019. Fue becario de la Fundación Pablo Neruda (2013), y obtuvo mención honrosa en los Juegos Literarios Gabriela Mistral (2017) y segundo lugar en el V Concurso de Poesía del Instituto Chileno-norteamericano de Cultura (2010). Ha sido invitado a diversos encuentros de poesía, destacando la participación en el Festival Transfronterizo de Poesía Panza de Oro de Cochabamba (2019) y el encuentro Trasandes (2011).

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